
Imagen de Antonio Suárez Cabello
ALIENTE alerta que tiene graves impactos ambientales y sobre especies protegidas, y que no se debería aceptar la tramitación de Evaluación Ambiental. “Se está destruyendo el territorio con la excusa de la urgencia climática: vía libre para arrasar masa forestal, olivares centenarios y para acabar con la biodiversidad. tan sólo es importante el negocio de las empresas eléctricas”.
Desde ALIENTE, la Alianza, Energía y Territorio que agrupa a más de 200 plataformas de España, alertan sobre el proyecto fotovoltaico que se plantea en la localidad de Cabra, en la provincia de Córdoba, y se preguntan “¿se puede justificar arrasar olivares centenarios o zonas de alta biodiversidad para luchar contra el cambio climático?”,
Desde hace años denuncian que “es una triste realidad, tal y como se está haciendo el despliegue de renovables en nuestro país, que el MITECO y la mayoría de las administraciones autonómicas trabajan para favorecer a las empresas promotoras, eléctricas y fondos de inversión; quien crea que trabajan para promover una transición energética donde se proteja la biodiversidad o se quiera frenar la despoblación rural ya puede ir despertando al horror que nos depara cada mañana el BOE con esa continua avalancha de nuevos macroproyectos ubicados en lugares incompatibles con la preservación del sector primario y de nuestra cada vez menos rica biodiversidad”.
ALIENTE denuncia que “el cinismo que muestran las publicaciones en los boletines oficiales de nuestras administraciones es inmenso, ¿para qué desechar proyectos en zonas de alta biodiversidad, en zonas con especies amenazadas? ¿para qué desechar proyectos que suponen talar masas forestales? ¿para qué dejar olivos centenarios que son sumideros de carbono si podemos poner miles de hectáreas de fotovoltaicas que favorecen a las empresas pero que quitarán el pan a muchos jornaleros que pierden su trabajo?”.
Uno de los ejemplos que destacan es la Resolución del BOE del 24 de febrero de 2025: Resolución de 14 de febrero de 2025, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula informe de determinación de afección ambiental del proyecto «Planta Solar fotovoltaica Oleo Solar, de 75 MW de potencia instalada, y parte de su infraestructura de evacuación, en el término municipal de Cabra, en la provincia de Córdoba».
Valoran que “no es comprensible que se permita publicar una resolución por la que se formula informe de determinación de afección ambiental del proyecto «Planta Solar fotovoltaica Oleo Solar, de 75 MW de potencia instalada, y parte de su infraestructura de evacuación, en el término municipal de Cabra, en la provincia de Córdoba»” en la cual se constata que este mismo proyecto:
- Consiste en 154.680 módulos en 366,9 hectáreas y que conllevan la “destrucción de la cubierta vegetal mediante el desbroce de las parcelas seleccionadas. El promotor informa de la tala de 214,5 hectáreas de olivar dentro del perímetro vallado.” Desde ALIENTE valoran que esto no es más que una forma eufemística de expresar que se arrancarán alrededor de 45.000 olivos.
- “El promotor contempla en el Estudio de Impacto Ambiental medidas compensatorias para la creación de nuevas islas con vegetación autóctona (stepping stones) en proporción de 285 pies de encina y 960 arbustivos de lentisco, coscoja, romero, majuelo, espino negro…, a consensuar con la administración competente”. Desde ALIENTE se preguntan “¿qué sentido tiene arrancar árboles maduros, adaptados al medio, que son sumidero de CO2, para plantar arbustos, sobre los cuales no hay ninguna garantía de que lleguen a establecerse y prosperar?”.
- El promotor reconoce que a tan solo 6,2 km al este de la planta está la Zona de Especial Conservación (ZEC) ES6130002 «Sierra Subbéticas», caracterizado por formaciones boscosas de quejigos, encinas, arces, alamedas y fresnedas y por la presencia de alimoche, catalogada en peligro de extinción, así como águila perdicera, catalogada como vulnerable; cernícalo primilla (Falco naumanni), chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), águila real (Aquila chrysaetos), halcón peregrino (Falco peregrinus), incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE).
- Constata que “la planta proyectada, según el promotor, se localiza sobre zonas de cría y dormideros de sisón común” que es una especie en peligro de extinción y que involucra también a una “zona catalogada como de «alta sensibilidad» para aguilucho cenizo, catalogada como vulnerable” y que, para colmarlo todo, esta cerca de una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) donde habitan “La malvasía cabeciblanca, focha moruna, también catalogadas en peligro de extinción en el CNAE y CREA, cuentan con áreas reproductoras en la envolvente de menos de 5 km al oeste”.
- Sin ningún pudor “estima una mortalidad de 33,14 rapaces/año y 28,3 aves/año en general por la construcción de la línea aérea de evacuación proyectada”.
- Se reconoce igualmente que “El promotor considera un riesgo alto de peligro por incendios forestales al tener en cuenta la vulnerabilidad del emplazamiento del proyecto por riesgo extremo de propagación por incendios topográficos y muy alto de propagación por viento según la Red de Información Ambiental de Andalucía”.
Desde ALIENTE destacan que cualquier plan o proyecto del cual ya de entrada queda tan claro que sus afecciones medioambientales puedan ser tan desastrosas como para poner en peligro la supervivencia de poblaciones de las especies de aves mencionadas “no se debería ni considerar para hacer un estudio de impacto medioambiental, ya que la aplicación del principio de precaución de por sí ya tendría que poder garantizar que semejante proyecto ni se realizara e incluso ni se planteara”.
Por todo ello piden a las organizaciones SEO Birdlife y a Ecologistas en Acción, a quienes se ha remitido copia de este proyecto al ser consideradas partes interesadas, a que se opongan tajantemente a semejante despropósito. Además exigen al MITECO y a las administraciones autonómicas que “dejen de priorizar el beneficio de las empresas a cualquier coste, queremos una transición energética justa y democrática, que vaya de la mano de la protección de nuestro patrimonio natural y del respeto al mundo rural”.