ESTEPARIAS Y RENOVABLES

Las instalaciones masivas de renovables ponen en peligro la supervivencia de las aves esteparias protegidas.

Artículo de Maarten Platteeuw de la Alianza Energía y Territorio – ALIENTE

La transición energética se puede convertir en la destrucción de las zonas esteparias españolas, un reservorio del planeta, y amenaza la supervivencia de sus aves.

El despliegue masivo de macro-instalaciones fotovoltaicas y ‘parques’ eólicos, por el territorio natural y rural sin respeto a la biodiversidad ni a las aves protegidas, provoca cambios radicales y daños graves en el medioambiente.


Tradicionalmente, la España peninsular se ha reconocido como el país europeo con las mayores poblaciones de las así llamadas ‘aves esteparias’, es decir especies de aves que viven primordialmente en las zonas áridas de (semi-)estepas y los paisajes abiertos vinculados con los cultivos tradicionales de secano, sobre todo de cereales. Este grupo de aves consiste en unas especies muy diferentes entre sí, variando de avutarda euroasiática y sisón común al grupo de los aláudidos que incluyen a la alondra ricotí, la calandria común y las dos especies de terrera, pasando por especies como el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, e incluye también al alcaraván común y a las dos especies de ganga, la ibérica y la ortega. Para la mayoría de estas especies, las semi-estepas ibéricas albergan las más importantes poblaciones del continente europeo, con lo cual España tiene una gran responsabilidad sobre su conservación en estado silvestre, ya que dentro del continente europeo es el único país donde existen los hábitats (semi-)esteparias. Por eso el hecho de que desde finales del siglo XX se están registrando marcados descensos en las poblaciones de aves esteparias es algo que preocupa y mucho a las asociaciones naturalistas y, teoricamente también, a las autoridades responsables del medio ambiente.


A raíz de esta preocupación, un estudio de Juan Traba y colaboradores de la Universidad Autónoma de Madrid, publicado en la revista ‘Biodiversity and Conservation’ en noviembre del 2007 ha identificado las zonas esteparias más importantes y más vulnerables para este grupo de aves esteparias dentro de la Península Ibérica con el fin de así mismo poder desarrollar y ubicar medidas adecuadas para su conservación en estado favorable. La Figura 1 es uno de los resultados de este esfuerzo, mostrando la distribución por cuadrículas de 10×10 km por toda la península de las zonas de mayor biodiversidad de aves esteparias. Las zonas más importantes están en el Valle del Ebro, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, con además zonas menos extensas en Andalucía.


Figura 1. Distribución de las cuadrículas 10×10 km con mayor número de especies de aves esteparias por la Península Ibérica, según Traba et al. (2007) en ‘Biodiversity and Conservation’ (DOI: 10.1007/s10531-006-9138-2 )


Una de las más impactantes medidas de conservación de la naturaleza en España, y de hecho en todo el continente europeo, ha sido la creación de la llamada Red Natura 2000, una red de las zonas de mayor valor ecológico y biodiversidad que pretende contribuir a la conservación de todas las especies de flora y fauna silvestre en estado favorable, dentro de las cuales las llamadas ZEPAs (Zonas de Especial Protección para las Aves) tendrían que cumplir esta finalidad para las aves esteparias. En España se han declarado, hasta la fecha, 569 ZEPAs con una superficie total de 95.706 kilómetros cuadrados, de los cuales 93.707 kilómetros cuadrados se ubican en Comunidades Autónomas con zonas esteparias. En teoría, estas ZEPAs, si estuvieran bien elegidas y demarcadas dentro de las zonas principales, como las identificadas por Traba y colaboradores, y gestionadas para la conservación de sus aves, tendrían suficiente garantías para mantener un estado de conservación favorable. Sin embargo, hay una serie de factores por los cuales la declaración de las ZEPAs no ha podido parar los descensos poblacionales en las aves esteparias: 1) una ZEPA no es una reserva natural, con lo cual la protección que se les brinda a las aves no es lo suficientemente vinculante como para obligar a gestionarlas para favorecer al máximo a las mismas, 2) precisamente para las aves esteparias, las ZEPAs no constituyen la totalidad de hábitats que estas especies necesitan a lo largo de todo su ciclo anual, con lo cual no todo el hábitat que necesitan para su supervivencia cae dentro de la Red Natura 2000 y 3) no todas las Comunidades Autónomas, ni la administración nacional, han tomado la responsabilidad completa para intentar frenar las caídas de las poblaciones de aves esteparias y gestionar bien sus hábitats aunque esto conllevara ciertas limitaciones a la intensificación del uso agrario del terreno.


Lo que sí se ha hecho es que, en el año 2022, se ha publicado y ratificado el documento ‘Estrategia de Conservación de Aves Amenazadas Ligadas a Medios Agro-Esteparios en España (MITECO, 22 de junio del 2022)’ en el cual se elabora una estrategia para la conservación de las aves esteparias. Allí, el mismo MITECO, Ministerio de la Transición Ecológica y Reto Demográfico, reconoce la importancia del valor de los hábitats esteparios y semi-esteparios para esta comunidad de aves dentro del marco de la Unión Europea, y pretende fomentar su conservación en un buen estado de conservación, a pesar de las múltiples amenazas que ciernen sobre ellas. En este documento, luego adoptado por varias de las CCAA involucradas, se han identificado para una selección de ocho especies las mayores amenazas y se han propuesto medidas para frenarlas y, además, mejorar las condiciones de sus hábitats a lo largo de los respectivos ciclos anuales. La pena es que tanto la estrategia nacional como las estrategias comunitarias no son vinculantes, y se están quedando como papel mojado en la mayoría de los casos.


Así es fascinante ver cómo dentro de la multitud de amenazas identificadas, la mayor parte de ellas relacionadas con la intensificación del uso agrario del territorio, también se cita como amenaza seria que:


El incremento de la presión industrial para la construcción de nuevas infraestructuras, como parques eólicos y solares, conlleva una pérdida neta de superficie de hábitat muy relevante, ya que estos desarrollos se concentran especialmente en las zonas esteparias. Sus efectos van más allá de la reducción de la calidad del hábitat, pudiendo generar mortalidad directa o indirecta, fragmentación o transformación completa del hábitat.


Sin embargo, no se propone ninguna otra medida contra esta amenaza que:


Adecuar la implantación de nuevas infraestructuras energéticas a las necesidades ecológicas de las especies objetivo de esta Estrategia, evitando los hábitats más favorables o los territorios de presencia histórica de las aves, y especialmente en las áreas críticas y de importancia para las especies objetivo.


Según las directrices de conservación de la naturaleza y la biodiversidad de la Unión Europea, todas las especies de flora y fauna silvestre que ocurren dentro del territorio de los Estados Miembros tienen que mantenerse en un estado de conservación favorable. Dice la UE Directiva Hábitats que el estado de conservación de una especie es ‘favorable’ cuando: 1) los datos sobre la dinámica de sus poblaciones indiquen que la especie sigue y puede seguir constituyendo a largo plazo un elemento vital de los hábitats naturales a los que pertenezca, y 2) su área de distribución natural no se esté reduciendo ni amenace con reducirse en un futuro previsible, y 3) exista y probablemente siga existiendo un hábitat de extensión suficiente para mantener sus poblaciones a largo plazo. En todos los demás casos se tiene que considerar el Estado de Conservación como ‘desfavorable’, ‘desconocido’ o incluso ‘malo’. Para las aves esteparias españolas (Tabla 1) esto significa que ninguna de las ocho especies seleccionadas en la estrategia de MITECO el Estado de Conservación se puede considerar ‘bueno’, en cuyo caso cualquier plan o proyecto que pueda empeorar la situación de una o más de estas especies tendría que ser abandonado (y más aún si semejante plan o proyecto, como es el caso de la instalación de renovables, pretende ser ‘bueno para el medio ambiente’…). Las administraciones solamente pueden aprobar planes o proyectos que no ponen en peligro el buen estado de conservación de ninguna especie de flora o fauna.


Tabla 1. Resumen de las especies de aves esteparias españolas y su situación actual en términos de ‘Estatus de Conservación’, ‘Población en Europa’ y ‘Población en España’ según información de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), https://seo.org/. Las especies consideradas en la ‘Estrategia de Conservación de Aves Amenazadas Ligadas a Medios Agro-Esteparios en España (MITECO, 22 de junio del 2022).

* Según la “Lista Roja Europea de Aves 2021” IUCN Red List of Threatened Species

** Según el “III Atlas de las aves en época de reproducción en España” https://atlasaves.seo.org/ave/

*** Según la UE Directiva Hábitats el Estado de Conservación de una especie es ‘favorable’ cuando: 1) los datos sobre la dinámica de sus poblaciones indiquen que la especie sigue y puede seguir constituyendo a largo plazo un elemento vital de los hábitats naturales a los que pertenezca, y 2) su área de distribución natural no se esté reduciendo ni amenace con reducirse en un futuro previsible, y 3) exista y probablemente siga existiendo un hábitat de extensión suficiente para mantener sus poblaciones a largo plazo. En todos los demás casos se tiene que considerar el Estado de Conservación como ‘desfavorable’, ‘desconocido’ o incluso ‘malo’.

**** En España SEO/BirdLife distingue las siguientes categorías: “No Hay Amenazas”, “Preocupación Menor” (especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorias con mayor grado de amenaza), “Casi amenazado” (especie que, una vez evaluada, casi cumple los criterios para ser clasificada en una categoría con mayor grado de amenaza y debido a su tendencia, posiblemente los cumpla en un futuro próximo), “Vulnerable” (la especie se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre), “En Peligro” (la especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre) y “Extinguido” (no queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto, incluso en cautividad. Para confirmar la extinción se han realizado prospecciones exhaustivas de sus hábitats en los momentos propicios, sin detectar ni un solo individuo)


Es irónico que el mismo MITECO, ministerio responsable de la gestión y conservación del medio ambiente y su biodiversidad, también sea el órgano que ha permitido y está autorizando un masivo despliegue de renovables, fotovoltaicas y eólicas que no respeta ni las zonas con aves esteparias, ni las ZEPAS, ni la Red Natura 2000, poniendo así en peligro las ya decaídas poblaciones de las aves esteparias.

“Siempre estar pensando en las Avutardas”, un dicho en aragonés para indicar que uno siempre está como medio ausente o soñando… (fotografía de Jesús Lavedán Rodríguez)

Esta es la auténtica ‘ganga ibérica’, hace unas tres décadas aún súper abundante y ahora gravamente amenazada

(fotografía de Jesús Lavedán Rodríguez)

Aquí la ganga ortega, pariente de la ibérica, y ya desaparecida en algunas zonas a causa de la implantación de macroplantas fotovoltaicas (Bolonio et al. 2024. Environmental Impact Assessment Review & Bolonio et al. 2024. Quercus 460)

(fotografía de Jesús Lavedán Rodríguez)

El aguilucho cenizo, rapaz vinculado a los semi-estepas y los cultivos de secano en tierra llana, encontrándose en declive

(fotografía de Jesús Lavedán Rodríguez)

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